Tras las nada agradables cifras arrojadas por el último informe GEM, según el cual tanto Euskadi como Gipuzkoa se encuentran en una posición no demasiado buena en lo que respecta a los indicadores de emprendizaje, el periódico El Diario Vasco ha querido realizar un informe para su sección de economía. En él recogen las opiniones de diferentes actores de nuestro entorno, desde la banca hasta el Foro de Emprendedores de Adegi. Yo aporto el punto de vista de la figura del «emprendedor», supongo que me han elegido porque conozco el entorno, y cuento además con unos cuantos años de experiencia viviendo en este ecosistema del emprendizaje.
En dicha entrevista explico mi punto de vista sobre los resultados del informe; en uno de sus apartados, se propone una especie de «ranking» entre las diferentes comunidades autónomas, en base al porcentaje de población emprendedora. En dicho ranking, nuestra comunidad autónoma sale bastante mal parada.
No pretendo quitar importancia a las cifras que se presentan, ya que entiendo que el estudio se ha realizado con completo rigor y seriedad. Y tampoco pretendo olvidarme de varias realidades a las que debemos hacer frente, como una posible reorganización de la financiación accesible a proyectos de emprendizaje, o, como dice Pedro Muñoz-Baroja en su blog, trabajar para fomentar la cultura emprendedora prácticamente desde la infancia.
Pero pese a que no pretendo quitar importancia a esas cifras, sí creo que es responsabilidad de los que vivimos en este «mundillo» no dejarnos llevar por «los titulares», e intentar comprender el alcance de éstas. El informe refleja un valor puramente cuantitativo, simplificándolo al máximo podríamos hablar casi casi de un recuento de emprendedores respecto a la población total. Pero nos estamos olvidando del aspecto cualitativo, y creo que es fundamental. Las startups que surjan en cada región, creo que tienen que estar alineadas con la estrategia de cada región, me explico; es imprescindible que en Benidorm surjan nuevos bares, discotecas, o cualquier otra nueva empresa relacionada con el turismo, ya que la región está especializada en ello. Nosotros, en Euskadi, tenemos que reflexionar sobre el tipo de startups que tenemos y queremos. Quizá seamos menos (en número) que en otras regiones, pero de un alto nivel tecnológico, con una fuerte capacidad de creación de empleo, y con una evidente capacidad de proyección internacional. Me vienen a la cabeza casos como Graphenea o Enigmedia, entre otros.
Por otra parte, no puedo evitar pensar que en algunas de las regiones que más ha aumentado este indicador pueda deberse en gran medida a las ayudas fiscales que el gobierno central ha promovido con el fin de paliar el alto volumen de economía sumergida que sufrimos. Medidas como la cuota reducida para autónomos, capitalización del paro, creación «express» de empresas, ventajas fiscales, etc. son una muy buena noticia para todos los que jugamos en este tablero, pero sin duda habrán fomentado que muchas personas que trabajaban «en B» hayan regularizado su situación, provocando un importante aumento en el número de empresas de reciente creación. Lo aplaudo, y estoy completamente a favor de que esto haya sido así. Pero, en lo que respecta al estudio, tenemos que tener en cuenta el alcance y duración que pueden llegar a tener las empresas que se han creado como una extensión del «buscarme la vida» al que mucha gente se ha visto arrastrada por culpa de la actual coyuntura económica. Creo que es algo positivo, y sinceramente creo que todo el mundo debería pasar una temporada a cargo de una empresa, por pequeña que sea, ya que considero que puede abrir los ojos a mucha gente, y sin duda fomentará la actitud de trabajo que tanto necesitamos en estos tiempos. Pero también creo que, si la economía nacional mejora, esas empresas tienen los días contados. Porque se han creado por necesidad, no por voluntad ni pasión. Y en este punto estoy totalmente de acuerdo con lo expuesto por Pedro en su blog.
Con esta reflexión no quiero restar importancia a lo expuesto en el informe. Mi propuesta es la siguiente: leamos el informe, y detectemos todos los puntos de mejora sobre los que podemos actuar. No nos escondamos detrás de una lectura interesada, ya que tenemos trabajo que hacer. Pero tampoco seamos alarmistas, es nuestra responsabilidad entender el alcance de las cifras que se presentan, entender qué significan, y actuar de forma razonada.
Enlace al informe GEM 2014: http://www.gem-spain.com/wp-content/uploads/2015/04/GEM_es_2014.pdf
Enlace a la entrevista: http://www.diariovasco.com/economia/201510/11/gipuzkoa-talento-para-crear-20151011011849-v.html