La automatización de procesos industriales y la creciente necesidad de analizar de forma flexible datos cada vez más complejos, ha situado el mercado de los sistemas MES en un periodo de transición.
Por un lado, el mercado mundial de soluciones MES (Manufacturing Execution System) se valoró en US $ 11870,6 millones en 2020 y se prevé que alcance los US $26090,7 millones para 2028; se espera que crezca a una tasa anual compuesta del 10,9% de 2021 a 2028.
Por otro lado, el tamaño del mercado mundial de soluciones emergentes, como la del Internet Industrial de las Cosas (IIoT), se valoró en USD 216,13 mil millones en 2020 y se espera que se expanda a una tasa de crecimiento anual compuesta del 22,8% de 2021 a 2028.
Definiciones: MES e IIoT
El MES es un software orientado a la producción, cuya función principal es la de mejorar el rendimiento de la fábrica, a través del seguimiento y recopilación de datos sobre el ciclo de vida completo de la producción, desde la transformación de materias primas hasta la entrega de productos terminados.
Algunas de las funcionalidades críticas cubiertas por el MES son: la programación y optimización de órdenes de producción, la gestión de órdenes de trabajo, la monitorización básica de máquinas y del proceso de producción, y la gestión y control de calidad.
La mayoría de los sistemas MES se diseñaron hace años (en los últimos 30 años), cuando todavía no se hablaba de la industria 4.0, ni se conocían sus tecnologías asociadas. Por ello, muchos de estos sistemas no cuentan con la flexibilidad, agilidad o precisión con las que cuentan las tecnologías IIoT o plataformas de análisis actuales.
Estas tecnologías que englobamos dentro del concepto IIoT, son habitualmente un conjunto de soluciones, que suelen incluir elementos de hardware para capturar datos desde las plantas industriales (PLCs, routers, sensores), y software para el procesamiento y análisis de datos.
Sus principales beneficios son la agilidad y la flexibilidad. Los fabricantes pueden crear aplicaciones personalizadas que se relacionen con procesos específicos, eliminando cuellos de botella.
Por tanto, aunque estas soluciones no estén tan arraigadas como las soluciones MES, cuentan con características imprescindibles para que las empresas puedan sumarse a la cuarta ola industrial.
Comparativa
Ahora que conocemos la definición y funcionalidades de ambas soluciones, ¿cuáles son sus principales diferencias?
- Capacidad de integración
El MES rara vez será capaz de dar una visión detallada de lo que está sucediendo en las distintas máquinas que conforman el proceso productivo de tu planta. Información como la condición de componentes críticos, tendencias, estado, etc.
En cambio, las Plataformas IIoT cuentan con la capacidad de integrarse con múltiples sistemas y fuentes de información (PLC, sensores, ERP, MES, etc.), lo que les permite profundizar en los detalles y llegar a ofrecer información valiosa para los distintos roles de tu empresa.
- Capacidad de manejar grandes volúmenes de datos
La principal función de un MES es hacer un seguimiento del proceso productivo, pero no necesariamente está preparado para captar todos los datos que generan la maquinaria y equipos de tu planta. Por poner un ejemplo, nuestros clientes generan un gran volumen de datos por segundo para poder saber qué es lo que está pasando en su fábrica de forma precisa. Esto sería difícilmente gestionable por una solución MES clásica.
- Análisis de datos
Dado que no cuentan con datos detallados y específicos de máquina, las soluciones MES suelen quedarse en un nivel más superficial en el ámbito del análisis de datos.
Por ejemplo, el software será capaz de identificar si se da una disponibilidad más baja de lo normal en tu fábrica, pero en la mayoría de los casos no podrá dar con la raíz del problema.
Sin embargo, tal y como hemos mencionado, las soluciones IIoT son capaces de analizar grandes volúmenes de datos de diferentes fuentes en tiempo real, lo que les permite identificar tendencias, correlaciones y anomalías de forma precisa. Los usuarios son capaces no solo de dar con el problema, sino de profundizar en su causa para poder tomar medidas eficientes al instante.
- Escalabilidad y flexibilidad
Los MES tienden a ser productos cerrados, por eso, los fabricantes tienen poco control sobre las aplicaciones que desarrollan e implementan, haciendo más difícil evolucionar sus necesidades futuras con la aplicación instalada.
Por ejemplo, es probable que tu empresa haya querido cambiar algún módulo de la solución MES implementada en tu fábrica, para que se adecuara a las necesidades específicas de tu planta. Te habrás dado cuenta que hacer un desarrollo a medida (en otras palabras, modificar el código del MES), trae grandes rompecabezas y en muchos casos un precio elevado.
Ocurre lo contrario con las plataformas IIoT, su flexibilidad permite evolucionar la solución de forma más sencilla y menos costosa. En muchas de ellas, su modelo de pago PaaS (plataforma como servicio) te posibilita escalar rápidamente y con precios más asequibles permitiendo así la innovación continua y la rápida creación de valor.
Conclusión
El MES sigue siendo una pieza clave en la transformación digital de las empresas industriales por su capacidad de estandarizar procesos de manera horizontal y de proporcionar contexto a los datos de fabricación. Pero hemos visto que sus capacidades son limitadas.
La solución más plausible es integrar las virtudes de ambas soluciones. De esta forma, el MES te proporcionará información sobre tu fabricación, y el IIoT utilizará esta fuente de información (y otras fuentes adicionales) para extraer conclusiones relevantes. Por ejemplo, puede que el MES haya detectado una baja Eficiencia General de los Equipos (mejor conocido como OEE). Mediante la integración con soluciones IIoT, los operarios serán capaces de conocer la raíz del problema, y actuar sobre ello gracias a la precisión de los datos recogidos directamente desde la maquinaria.
Por tanto, las plataformas IIoT ofrecen una forma de maximizar el valor de tu MES.